En un impactante acto de terrorismo que destrozó las celebraciones de Año Nuevo, un veterano del ejército de Estados Unidos que conducía un camión adornado con una bandera de ISIS atropelló a una multitud en la calle Bourbon en Nueva Orleans, matando a 15 personas e hiriendo a docenas más. El incidente, que ocurrió en las primeras horas del 1 de enero de 2025, ha sido declarado un ataque terrorista por las autoridades locales. El conductor, identificado como Shamsud Din Jabbar, murió en el lugar después de un breve tiroteo con la policía.
Testigos presenciales informaron que Jabbar esquivó barreras improvisadas antes de acelerar hacia la calle densamente poblada, que estaba llena de juerguistas que disfrutaban de las festividades de Año Nuevo. El ataque provocó una onda expansiva en la ciudad y el país, lo que provocó una respuesta inmediata de las agencias federales de aplicación de la ley. El FBI se ha hecho cargo de la investigación, con hallazgos preliminares que sugieren que Jabbar puede haber tenido cómplices.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, se dirigió a los medios en una emotiva conferencia de prensa y describió el ataque como “un acto de pura maldad” que ha devastado a la comunidad. Elogió la rápida respuesta de los servicios de emergencia y las fuerzas del orden, al tiempo que instó a los ciudadanos a permanecer vigilantes y unidos frente al terrorismo. El incidente ha reavivado los debates sobre el terrorismo interno y la amenaza constante que plantean las ideologías extremistas.
A medida que se desarrolla la investigación, surgen preguntas sobre los antecedentes de Jabbar y su posible radicalización. Las autoridades están revisando su presencia en línea y sus conexiones personales para determinar si tiene algún vínculo con organizaciones terroristas conocidas. El ataque también ha provocado una revisión de las medidas de seguridad para grandes reuniones públicas, y los funcionarios del gobierno están reevaluando sus estrategias para proteger a los ciudadanos durante eventos importantes.