Un terremoto poco común de 5,3 en la escala de Richter sacudió Telangana el miércoles por la tarde, enviando ondas de choque a través del estado y las regiones vecinas. El epicentro del terremoto se localizó aproximadamente a 30 kilómetros al sureste de Hyderabad, la capital del estado. Los temblores se sintieron en Telangana y en partes de Andhra Pradesh y Maharashtra, causando pánico entre los residentes no acostumbrados a una actividad sísmica de esta magnitud en la zona.
El Departamento Meteorológico de la India (IMD) confirmó que el terremoto ocurrió a las 2:17 pm hora local, con una profundidad focal de 10 kilómetros. Los sismólogos del Centro Nacional de Sismología describieron el evento como inusual para la región, que generalmente experimenta una actividad sísmica de baja a moderada. Este terremoto es el más fuerte que ha golpeado a Telangana en más de una década, lo que llevó a las autoridades a emitir alertas y avisos de seguridad al público.
En Hyderabad, los trabajadores de oficinas salieron corriendo de los edificios altos y las escuelas fueron evacuadas como medida de precaución. Las plataformas de redes sociales se inundaron de videos de candelabros que se balanceaban, ventanas que temblaban y gente corriendo hacia espacios abiertos. Si bien hasta el momento no se han reportado daños estructurales importantes, varios edificios en las áreas afectadas han desarrollado grietas y se reportaron deslizamientos de tierra menores en regiones montañosas.
El Departamento de Respuesta a Desastres y Servicios de Bomberos del Estado de Telangana ha sido puesto en alerta máxima, con equipos desplegados en todo el estado para evaluar los daños y brindar asistencia donde sea necesario. El Ministro Principal K. Chandrashekar Rao ha convocado una reunión de emergencia con funcionarios de gestión de desastres para coordinar los esfuerzos de respuesta y garantizar la seguridad pública.
Los expertos geólogos se apresuraron a señalar que, si bien el terremoto fue significativo para la región, no es del todo inesperado. El área se encuentra en varias fallas menores y ocasionalmente se sienten pequeños temblores. Sin embargo, la magnitud de este terremoto ha generado inquietudes sobre la posibilidad de eventos sísmicos más fuertes en el futuro y la preparación de la infraestructura para soportar tales fuerzas.
El terremoto también ha reavivado las discusiones sobre la necesidad de códigos de construcción más estrictos y una mejor aplicación de las regulaciones existentes, especialmente en áreas urbanas de rápido crecimiento. Los ingenieros civiles y los urbanistas piden que se revisen exhaustivamente las prácticas de construcción y que se apliquen diseños resistentes a los terremotos en los proyectos de desarrollo futuros.
Mientras se siguen sintiendo réplicas en la región, aunque de mucha menor intensidad, las autoridades instan a los residentes a permanecer alerta y estar preparados para cualquier eventualidad. Los servicios de emergencia han establecido líneas telefónicas de ayuda para proporcionar información y apoyo a los ciudadanos afectados. La Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, por sus siglas en inglés) también se ha puesto en alerta, lista para desplegarse si la situación se agrava o si se producen réplicas significativas.
La comunidad científica está siguiendo de cerca la actividad sísmica en la región, y geólogos de varias instituciones se están reuniendo para estudiar el evento y sus implicaciones para futuras evaluaciones de riesgo sísmico. Este terremoto sirve como una llamada de atención tanto para el gobierno como para el público para que se tomen más en serio la seguridad sísmica, incluso en áreas tradicionalmente consideradas de bajo riesgo.
